MIENTRAS EL MUNDO GRITA PARA HACERSE VER, NOSOTROS EN VIÑAS FAMILIA GIL PREFERIMOS TRABAJAR COMO LO HACE EL TIEMPO: EN SILENCIO
Sin brillos, sin distracciones.
Porque para nosotros el lujo no se muestra: se comparte.
Y hoy queremos compartirlo contigo, el primer brandy de Juan Gil.
Un lujo silencioso.
Las viñas de nuestra finca son un clon autóctono de Monastrell de Jumilla que ha sido cuidadosamente recuperado y protegido por la familia Gil.
Juan Gil Brandy no es un brandy más: es la expresión más pura de una tradición familiar y de un territorio único. Realizando todo el proceso en instalaciones propias: desde el viñedo hasta la destilación, crianza y embotellado. Un camino íntegro y controlado que garantiza autenticidad y exclusividad.
Durante su crianza, nuestros artesanos dan nueva vida a las barricas de roble francés tostado y roble blanco americano que conservan la esencia de los vinos Juan GIl. El brandy reposa en silencio, sin ser tocado, hasta alcanzar un equilibrio y una complejidad excepcionales.
Así comienza su viaje a través de la antigua danza de criaderas y soleras, un proceso vivo y en constante evolución que da lugar a un brandy como ningún otro: único, profundo y atemporal..
Destilado de uva Monastrell seleccionada.
Crianza estática: 12 meses
Crianza dinámica (sistema solera): 6 meses
Envejecido en barricas de roble francés tostado y roble blanco americano.
Cultivado, elaborado y embotellado en instalaciones propias, garantizando
un control total del proceso y máxima calidad.
Vista: Ámbar brillante con reflejos caoba.
Nariz: Compleja, elegante e intensa, con recuerdos a frutos secos,
especias dulces, vainilla y ligeros tostados de la madera.
Boca: Redondo, amplio y persistente, con un equilibrio perfecto
entre fruta madura, notas de crianza y la mineralidad del terruño.
40% Vol.
Estuches de una botella de 70 cl.





